Estamos continuamente recibiendo información sobre los diferentes fluidos y métodos existentes para llevas a cabo una correcta desinfección. ¿Pero, sabes realmente cual es el método más eficaz? A continuación, intentaremos responder a esta pregunta dando una justificación basada en estudios y ensayos realizados en el laboratorio de SAMOA Industrial.
Una desinfección eficaz y el tamaño de la gota
Cuando se busca la eficacia en los métodos de desinfección aparece siempre el concepto del tamaño de gota. No existe certeza de cuál es el valor de tamaño de gota más adecuado para llevar a cabo una desinfección eficaz. No obstante, la experiencia indica que con tamaños de gota comprendidos entre 10 y 25 micras se obtienen buenos resultados. Tamaños menores de 10 micras, tienen el inconveniente de que pueden mantenerse en el aire durante mucho tiempo. Así existe la posibilidad de que sean inhalados por las personas. Esto es muy perjudicial para la salud.
Cuando hablamos de tamaño de gotas generadas por atomización, no nos referimos a un tamaño concreto, sino a una función probabilística de tamaños de gotas en una muestra concreta.
Con la tecnología de Atomización de Alta Presión, se puede llegar a tener tamaños de gota D50=10 micras o inferiores. Sin embargo, debemos conocer que cuando nos referimos al D50 estamos hablando que en la muestra considerada, se garantiza que el 50% de las partículas será mayor de 10 micras. Así mismo, el otro 50% de las partículas de la muestra será menor de 10 micras. Es una de las formas de hablar de diámetros de partículas por atomización que existe y debemos interiorizarla. Es decir, cuando decimos que en el chorro tenemos diámetros de partícula de 10 micras, no estamos diciendo que todas las partículas o gotas conseguidas tienen 10 micras.

Foto realizada en el Laboratorio de Samoa Industrial con boquilla SFC11-40 a 150bar
¿En qué se diferencia LAVADO de DESINFECCIÓN?
Llegados a este punto, es necesario explicar la diferencia entre LAVADO y DESINFECCIÓN. Muchas de las operaciones de limpieza que se hacen son lavados, aunque, por error, pueden equipararse a una desinfección.
Cuando vemos que un camión del Ayuntamiento está limpiando las calles con una gran manguera, están lavando la calle con una disolución de agua con lejía. Este lavado, arrastra las cascaras de pipas, partículas orgánicas y la basura en general, pero no desinfecta. Es decir, el chorro utilizado solamente lava la calle. Pero no es capaz de llegar a los agujeros, grietas o lugares de difícil acceso donde está escondido el virus. También hay que tener en cuenta que el caudal de agua utilizado, no permite el contacto necesario entre el desinfectante y el virus, para que lo destruya.
Para realizar estos lavados se utilizan dispositivos de baja presión, gran chorro o tamaño de gota grande y altísimo caudal. Esto no es compatible con la DESINFECCIÓN propiamente dicha.

No confundas operaciones de LAVADO con DESINFECCIÓN
Otro ejemplo de este lavado, mal llamado desinfección, lo encontramos en las imágenes que vemos abajo. Limpieza de estaciones, lugares públicos o partes exteriores de los edificios, como barandillas, mobiliario urbano, etc… Es típica la imagen de operarios con sus equipos de pulverización de baja presión al hombro, esparciendo liquido por doquier. Justo después vemos a otros operarios, con un trapo secando las superficies por donde éstos han pasado. Este método es todo lo contrario a una acción de desinfección. La utilización de trapos está totalmente contraindicada para hacer una desinfección. Entre las fibras del trapo se “esconden” los virus y bacterias, que luego son esparcidos por las zonas que en teoría han desinfectado, cuando secan dichas superficies.
Con estas ideas en mente, es difícil pensar que se puede ir con una “sulfatadora” o, mejor dicho, con un dispositivo de pulverización de baja presión a desinfectar. Por ejemplo, una habitación de Hospital, una sala de reuniones o, en general, estancias interiores de las viviendas. Los motivos son claros: en estas estancias es necesario desinfectar. No hacer un lavado que acabaría con todos los accesorios de estas habitaciones.
Características de los equipamientos necesarios para realizar una desinfección profesional
Por tanto, la desinfección profesional de estos espacios se debe hacer con sistemas de Atomización de alta presión que presentan las siguientes características:
- La presión y las boquillas utilizadas permiten la generación de finas gotas que facilitan la desinfección.
- El caudal de líquido desinfectante en estas aplicaciones es mínimo, por tanto, es mínimo el desperdicio de líquido y máxima la desinfección.
- Las finas partículas generadas, presentan la propiedad de tener el tamaño adecuado, para garantizar el tiempo de contacto mínimo del desinfectante con el organismo a eliminar, así como la reacción y la muerte celular del mismo.
- Éstas, también tienen la particularidad de que son lo suficientemente pequeñas para garantizar su evaporación sin dejar huella sobre las superficies y sin ser necesario pasar un trapo que estropee la desinfección.
- Y, por último, estas partículas son capaces de llegar a los lugares más angostos: como aristas internas, hendiduras, rendijas, ángulos y esquinas. Lugares donde una aplicación de gotas de gran tamaño y caudales grandes no garantizan la total eliminación de los organismos perjudiciales. Hay que pensar, que los organismos que se quiere eliminar son de la escala de las micras. Concretamente el coronavirus tiene un diámetro aprox. de 0,12 micras. A esas escalas, fenómenos como la coalescencia, la capilaridad y, en general, las consecuencias de la tensión superficial de los líquidos, hacen que sea difícil llegar a estos organismos.

Entonces, ¿Cuál es el tamaño de gota óptimo para una desinfección eficaz?
En algunos estudios científicos consultados, se atreven a hablar de intervalos de diámetros de gota óptimos para la desinfección de locales. Hablamos de Hospitales, locales químicos, locales biológicos, radiológicos, entornos nucleares y en general espacios relacionados con la salud. Para la desinfección de estos ambientes, se aconseja el uso de sistemas de alta presión. Estos son capaces de generar finas gotas con las propiedades explicadas anteriormente.
El entorno de tamaños de gota que indican es de 10micras<D32<25micras. En este entorno debemos considerar varios aspectos técnicos importantes para su interpretación. Todos coinciden en que diámetros de gota inferiores a 10 micras pueden ser perjudiciales para la desinfección. La razón, es que dichas partículas son tan pequeñas, que se mantienen en suspensión en el aire y pueden ser inhaladas por las personas que las aplican. Por otro lado, también se consideran tan pequeñas, que no son capaces de actuar el tiempo suficiente ante el organismo para descomponerlo, ya que se evaporan de forma muy rápida.
Distancia de limpieza: ¿Qué es y cómo se calcula?
A partir de aquí, es importante introducir otros conceptos. Por ejemplo, la distancia de aplicación de esas finas gotas en una operación de desinfección. Hay que tener en cuenta, que cuando se está atomizando un chorro de líquido en finas gotas, es necesario aplicar a dichas gotas una velocidad con la cual chocarán contra la superficie a limpiar. Esto provocará, o bien un rebote, una adhesión o una rotura de dicha gota (“chiscada”). Para determinar qué tipo de comportamiento tendrá la gota al llegar a la superficie, es necesario conocer los números adimensionales de Weber y de Laplace. Estos definen los limites, o números de “We críticos” para cada situación comentada.
Estudios detallados de estas relaciones, nos llevan a considerar la distancia máxima de aplicación de los chorros de finas gotas sobre la superficie a limpiar. Sin entrar en cálculos o en detalles escabrosos, se considera que la distancia de limpieza estará entre los 2 y 3 metros de la superficie, en función del tipo de superficie.
Resumiendo: diferencia LAVADO y DESINFECCIÓN y descubre la ATOMIZACIÓN
Como resumen, se debe considerar que es necesario diferenciar entre LAVADO y DESINFECCIÓN. Son fenómenos completamente distintos y como tales deben ser tratados de forma diferente.
Es un hecho comprobado que para la DESINFECCIÓN de superficies la tecnología de alta presión con la atomización de finas gotas es lo más adecuado. Sin embargo, la generación de finas gotas no es suficiente para producir una buena desinfección. Es necesario tener en cuenta el TIEMPO de exposición de la superficie, así como el CAUDAL suministrado. Es decir, si tienes un sistema de atomización de finas gotas, pero la distancia de aplicación así como el tiempo de aplicación, hace que la superficie se empape y aparezca la coalescencia en las gotas, que les permite unirse unas a otras para generar gotas más grandes y generar arroyos en la pared, entonces se disminuye la capacidad de desinfección que se estaba buscando.
Si tras este leer este artículo, te preguntas dónde y cómo conseguir el equipamiento profesional de atomización necesario para trabajos profesionales de desinfección, descárgate aquí información sobre los productos SAMOA para desinfección de superficies.
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